Vale, lo reconozco, lo quiero demasiado.#
Escribir su inicial en los apuntes, sonreír con tan solo escuchar su nombre, quedarte embobada cada vez que lo ves, reír cuando te hablan de él o pensar que él es la razón de tú existencia. Sufrir como nunca por él, por los malditos celos que te comen por dentro.
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